El Lamento de los Pueblos Fantasmas
Troncoso: Descolonización chilena
Artista: Rodrigo Troncoso
Curaduría: Citlali Hernández
Desde el día doce de octubre de 1492, cuando Cristobal Colón pisó la isla que bautizó como San Salvador, perteneciente al actual continente americano, inició un punto crucial dentro de la historia Latinoamericana: la conquista española. A partir de ese momento y durante más de 50 años, la corona española fue ganando territorio y descendiendo por todo América. Las culturas indígenas de distintos países, se vieron involucrados en una enorme lucha en defensa de su territorio y riqueza cultural.
En República de Chile, la conquista llegó en 1541 junto con Pedro de Valdivia, quien “fundó oficialmente” la ciudad de Santiago de la Nueva Extremadura, nombre otorgado en honor el Santo Patrono de España, Santiago apóstol. Ante esta llegada, se impusieron reglas provenientes del imperio español y en este proceso las voces inconformes fueron silenciadas mediante el despojo y la masacre de sus habitantes, como fue el caso del pueblo Mapuche y el grupo nómada de los Selk´nam.
Ante una idea de exterminio indígena, resulta difícil digerir la realidad; Rodrigo Troncoso, artista chileno, ha analizado el fenómeno del poscolonialismo latinoamericano para convertirlo en su principal tema de estudio para la construcción pictórica de su obra; construye una narrativa visual basada en aquellas historias invisibilizadas y se aproxima a la visión de los pueblos conquistados y las enormes secuelas poscoloniales que hasta la fecha, siguen siendo motivo de investigación.
Detrás de la máscara
La monarquía española, concebía la unidad social por medio de la religión católica, por lo que los Reyes Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla no podían iniciar la colonización sin autorización del Papa Alejandro VI, quien en 1493, les otorgó mediante las “Bulas Alejandrinas” el derecho de conquistar América con una condición: convertir a todos los pobladores al catolicismo.
Mediantes masacres y despojos era la manera en la que imponían la idea de un dios “bondadoso”. La lucha se convertía en un escenario donde el mal danzaba disfrazado de bien, concepto muy parecido a la danza de la Diablada, costumbre originaria de Bolivia y practicada en algunas regiones de chile en donde las fuerzas del bien y el mal se enfrentan. Los demonios son representados a través de un elemento principalmente: máscaras coloridas. Menciona Octavio Paz en su obra Laberinto de la soledad “Las máscaras representan la otredad, la renuncia a la identidad para convertirse en personaje.”
Título: Decapitación ancestral
Medidas: 20 x 30 cm. (archivo medidas variables)
Técnica: Lápiz pasta negro y acuarela sobre papel fabriano
Año: 2015
Título: Sagrada Diablada
Dimensiones: 20 x 30 cm.
Técnica: Lápiz pasta negro y acuarela sobre papel fabriano
Año: 2016
Título: \”Pontifici@\”
Medidas: 20 x 30 cm. (archivo medidas variables)
Técnica: Lápiz pasta negro y acuarela sobre papel fabriano
Año: 2014
Pueblo Extinto
Los Selk’nam (u Onas), pertenecían a una etnia que habitó en el norte y centro de la Isla Grande de Tierra del fuego, punto de unión entre Chile y Argentina. No tuvieron contacto directo con los españoles, sino hasta 1886, cuando Julius Popper llegó a Tierra del Fuego en busca de minas de oro; esa ambición por el mineral, aunado a la necesidad de los hacendados ganaderos de expandir su territorio, fue lo que trajo como consecuencia el exterminio de este pueblo. Hasta 1894 la lucha siguió y el sacerdote José Fagnano, propuso pagarle a la sociedad por cada indígena enviado a una supuesta misión salesiana en la Isla de Dawson, la cual utilizó como campo de concentración. Los Selk’nam que se oponían, eran perseguidos y aniquilados.
Cuerpos pintados con líneas gruesas, máscaras realizadas con troncos de árboles, eran elementos que esta tribu utilizaba para llevar a cabo rituales de iniciación masculina, donde los ancianos rebelaban secretos de la tribu a los jóvenes.
Recreaciones
La colonización en todo el continente americano, fue un proceso que duró aproximadamente 400 años. Chile después de los procesos de aculturación que vivió, logró su emancipación del imperio español en el año de 1844; el mestizaje y la conversión de los pueblos al catolicismo ya no tenían retroceso, ahora tendría que surgir de las cenizas la reconstrucción de su identidad.
El trabajo de Rodrigo, pudieran interpretarse como una reflexión sobre los procesos de descolonización étnica, dándole voz a través de sus obras a todo un pueblo enmudecido.