La palabra estética proviene del latín aestheticus y significa que se percibe por los sentidos es un concepto que proviene de la rama de la filosofía que se dedica a estudiar el arte y su relación con la belleza; la esencia y sustancia de las cosas hermosas. Y en el arte como lenguaje estudia el vehículo para compartir el conocimiento de los sentimientos, los proyectos y los valores en busca de la verdad y de la belleza.
Si nos ponemos desde los filósofos griegos empezaron a pensar sobre lo estético, uno de ellos fue Platón que en sus diálogos:Hipias mayor (sobre la belleza de los cuerpos), Fedro (la belleza de las almas) y El banquete (sobre la belleza general) que buscan el concepto universal de lo bello.
Immanuel Kant lo asocia al juicio que es la opinión razonada de una persona. Propone que hay una dualidad entre el juicio estético que es el que se basa en el gusto, intuición y placer que perciben los sentidos.
En el arte la estética entra en la disyuntiva de lo objetivo y lo subjetivo, ya que se categoriza en lo bello y lo feo, lo sublime y lo vil, el dramatismo,lo trágico y lo cómico. Humberto Eco en sus libros de la Historia de la Belleza e Historia de la Fealdad analiza estas dos vertientes.
La belleza está asociada con la estética y para decir que algo es bello hay una dualidad entre lo objetivo (son características reales que no están a discusión y son visibles) y lo subjetivo (es la forma en cómo cada individuo percibe). En el arte, se puede decir que para considerar que una obra es bella debe cumplir con estándares en su estética como la armonía, proporción, carácter y organización.
Aunque, también se puede decir que hay una estética en aquello que a la vista no es agradable y rompe con esos cánones que el arte de la belleza propone. La desproporción, lo burdo también son una estética que rompe con lo aceptable.
Ahora escuchamos o leemos en las redes sociales en las nuevas generaciones utilizar el término “aesthetic” como un adjetivo a objetos, imágenes, ropa que a la vista sean agradables a la vista y podemos decir que el término lo han adaptado a los nuevos contextos y tendencias de la modernidad.
La estética va a depender mucho de nuestro propio criterio, de nuestros gustos e incluso del contexto y situaciones en las que nos encontremos en ese momento. Basándonos en la idea de Kant nos menciona que la experiencia de lo estético puede desarrollar seres sensibles y racionales que pueden ejercitar la facultad de juzgar para distinguir lo bello y lo que no. Nos invita reflexionar sobre la universalidad del juicio y encontrar la belleza en diversos contextos y cultivar comunidad compresión mutua.