Anteriormente, existía una confrontación del arte vs. la tecnología, se decía que no podían sumarse ambas fuerzas, que pertenecían a áreas totalmente distintas; sin embargo, al paso del tiempo y con la invasión de la tecnología en la vida cotidiana, el arte también se vio influenciado por esta. Un claro ejemplo son los medios de producción actuales, anteriormente, la ilustración era realizada a mano y ahora, son realizadas mediante plataformas digitales; en la escultura, se moldeaban distintos materiales a mano para dar forma a la obra, ahora existen impresoras 3D que son capaces de reproducir una imagen plana en un objeto tridimensional; igualmente, la gráfica tradicional y sus distintas técnicas como: xilografía, aguatinta y la serigrafía han cambiado, los sistemas de impresión a grande escala, los han desplazado.
La globalización de la información, exige una producción acelerada; los medios digitales ya están al alcance de la mayoría y eso facilita la elaboración de productos artísticos; lo hace relativamente, una actividad más sencilla. Si bien, ahora se requiere de una menor inversión de tiempo para ajustarse a las nuevas normas productivas de la sociedad contemporánea, también las obras terminan siendo parte de los productos de consumo, dejando de lado, en muchas ocasiones, la sensibilidad y espiritualidad del arte. El filósofo alemán, Martin Heidegger, interpretaba al ser como un habitar poéticamente el mundo; teniendo en cuenta este concepto, la tecnología no rompe del todo con la sensibilidad de la obra, mientras el artista viva y cree a partir de esa poesía a la que Heidegger se refiere.
A pesar de la tecnificación, la gráfica no ha perdido del todo la vigencia; siguen habiendo artistas interesados en preservar la vida de los procesos tradicionales y sobre todo, trabajando para crear nuevos públicos que rescaten la premisa inicial de la gráfica en México: la de abordar temas sociales, que agiganten la visión de las problemáticas.
Un ejemplo de esta lucha, es la realización de proyectos como la Carpeta Gráfica del Centro de las Artes de Hidalgo, donde se reúne el talento de diez destacados artistas, para impulsar y fomentar esta práctica tradicional y propiciar un encuentro intergeneracional que mediante distintas técnicas y estilos, fortalezcan el movimiento de la gráfica tradicional. Esta carpeta ha sido adaptada por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo en una exposición, que presenta a la sociedad Hidalguense el trabajo de diez artistas destacados en la gráfica mexicana:
Leo Acosta, Plinio Ávila, Mónica Romo Rangel, José Antonio Castillo, Gabriel Macotela, Derli Romero, David Domínguez, Enrique Garnica, Enrique Pérez Martínez e Ireri Topete.
Dicha exposición ha sido inaugurada en la galería del Centro Cultural el Reloj en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, México el día 1° de Diciembre y seguirá disponible hasta el mes de febrero de 2017.
La exposición se ha llevado a cabo gracias al apoyo del ayuntamiento de Pachuca, a través del Museo Virtual de Pachuca y el compromiso de las instituciones que trabajan por la difusión y preservación del patrimonio cultural. Ese es uno de los muchos proyectos en el que promotores culturales y artistas se unen, para evitar la extinción de técnicas tradicionales y preservar aquello que ha influido en la construcción de la identidad nacional mexicana.