Idea, observación y sensibilidad son las tres palabras con las que define su proceso de creación fotográfica, Zurisaday Galicia (Zunshine Moon), diseñadora gráfica con especialidad en comunicación visual, originaria de Oaxaca, México.
Cuando tuvo su primera cámara, se dio cuenta que la creación de fotografía era una excelente forma de expresión y comunicación, en donde no son necesarias las palabras para explicar lo que hay detrás de ellas.

Las fotografías están llenas de historias y sentimientos, tienen vida propia.

Entre luces y sombras, entre color y blanco y negro es como los retratos de Zunshine emergen, dando vida a un sin fin de historias que son resultado de su conexión con el entorno y su deseo por generar sentimientos, ideas y reflexión.

La sociedad contemporánea está viviendo un punto de sobresaturación y fugacidad de la imagen, debido al auge de las redes sociales y la facilidad de adquirir un dispositivo fotográfico. Ante esto, los creadores de la imagen tienen mayores retos: primero atrapar la atención de su público, luego generar un diálogo en el que el espectador sea capaz de interpretar o reinterpretar la pieza y finalmente lograr la retención para que ésta no sea una imagen más de todo el cúmulo de información que habita el internet. Ante éste fenómeno Zuri nos comenta:

Es sumamente importante seguir contando historias por medio de la fotografía ya que de no ser así, la imagen estaría vacía, sería sumamente desechable; lo importante es continuar generando sentimientos, ideas, crítica e impacto en los espectadores. Hay que contar historias que puedan trascender a pesar del pasar del tiempo.

Al vivir en el constante scrolling de nuestros dispositivos móviles, rara vez nos detenemos a observar una imagen, por eso es que para ésta entrevista, tuvimos la participación de 5 colaboradores quienes a partir de las fotografías de Zunshine, hicieron un ejercicio de observación y desarticulación de la pieza, analizando colores, formas y texturas; como resultado de este ejercicio, surgió una serie de foto-relatos donde la conexión entre las fotografías y el escritor es posible gracias al poder de la observación.

FotoRelatos

Texto:

@Julio Acosta

Seis de la tarde, la oficina ardía.
El calor quemaba las paredes agonizantes de mugre.
Sonó la chicharra de salida.
Corrí como nunca lo había hecho al salir del trabajo, en casa me esperaba una fiesta que mi chica había organizado con amigos; llegué a casa en tan solo unos minutos. En un día normal, ver las calles aburridas era mi pasatiempo, pero esta vez era mi cumpleaños.

Agitado, abrí la puerta esperando un “Sorpresa”, pero nadie estaba en casa. Tomé el ridículo gorro azul con unas velas encima que me compré para ser el rey de la fiesta, me puse las cadenas para los “pulpos” de la noche, tomé mi mascara de calavera y justo cuando mi rostro cubría, al fondo del pasillo una sinfonía de gemidos se asomaba por la rendija de la puerta.

Abrí de golpe; ella, él, ambos, entremezclando sus cuerpos al compás de Beethoven. Mi cuerpo se paralizó, el impulso de mi instinto me hizo correr desesperadamente, me tiré en la banqueta, comenzaba a llover, y mis gritos se convertían en carcajadas, me retorcía en risas, me senté sobre la acera. Cual ritual azteca, coloqué la máscara calavera sobre mi rostro, la inmensa lluvia se llevaba mis penas, mi nombre, mi ropa, mis años, mi trabajo de mierda, mi cumpleaños…

Era yo, lo que siempre quise, era único, era feliz.
Solo quedó…
El hombre de los lamentos, el hombre de las cadenas, el pordiosero del sombrero…
El hombre calavera.

Texto:

Alejandra Pérez

—Vaya lluvia ¡Eh!… Justo hoy…
—¿Qué? ¿Qué te pasa?
—Nada
—¿Cómo nada? ¿Piensas quedarte mirando al techo, así como así? Se hace tarde… vámonos, me llevo tu maleta.
—¿Sólo eso?
—Pues sí, te diría que la máscara, pero la traes puesta.
— Bueno, como sea no la he terminado.
— Cabrón ya van a llegar y no la has hecho.
—Dije que no la he terminado, tranquilo, además, siempre llego tarde.
—Y siempre ganas.
— Exacto
— ¿Entonces?
—¿Entonces qué?
— Ya estás de marica
— No estoy de “marica”, como dices.
—Okay, okay, relájate, sólo decía.
—Pues no digas, y que se esperen.
—Bueno, y mientras qué ¿Mirar el techo? ¿Escuchar la lluvia?
—Lo que me faltaba, que te burlaras.
—Pues sí, soy tu amigo, te conozco desde siempre, por eso no entiendo por qué tanto nervio, por algo la máscara sigue en tu piel.
— ¡Ajá! ¿Y el marica soy yo?
—Ja, están tocando, ya llegaron.
***
—¿Listo?
—Sí, listo.
—¿Otra vez hablando sólo?
—Sí, bueno, la costumbre… Vamos.
—Tranquilo, te irá bien.
—Sí, siempre lo digo.

Era yo, lo que siempre quise, era único, era feliz.
Solo quedó…
El hombre de los lamentos, el hombre de las cadenas, el pordiosero del sombrero…
El hombre calavera.

Texto:

@Julio Acosta

Texto:

Alejandra Pérez

Texto:

@Deschannel

Te extraño tanto que me tatué tus besos. Estar al frente de la batalla es muy solitario, si hubiese sabido que todo sería así, me habría quedado a tu lado. Las noches son frías, extraño tu calor.

Es confuso ser un guerrero atado a una mujer, no logro entenderlo; mi destino y la sangre del enemigo deberían de bastar, pero me siento incompleto. ¿Porqué me castigan los dioses de esta manera? Mientras estaba a tu lado en lo único que pensaba era la guerra, pero ahora
que todo es real y la sangre fluye por mis manos, en lo único que pienso es en escapar.

Nos veo desnudos, abrazados bajo la luz de la luna, siento el calor de nuestros
cuerpos en la noche fría. ¿Cómo pudo mi padre y su padre antes que él, estar lejos de casa durante tanto tiempo? Me avergüenza que estas ideas crucen por mi mente, me llena de rabia pensar que soy un cobarde.

Ahora que tengo tus besos sobre mi piel por siempre, quizá me sienta menos
solo, quizá pueda pelear mejor… y tener una razón para regresar vivo.
No sé si llegue al día de mañana.

Ahora que tengo tus besos sobre mi piel por siempre, quizá me sienta menos
solo, quizá pueda pelear mejor… y tener una razón para regresar vivo.

No sé si llegue al día de mañana.

Texto:

@Deschannel

Texto:

@Nadxii

—¿Cuántos demonios colgarán de nuestro pecho? —le preguntó mientras recogía su cabello y re-acomodaba los tirantes del sujetador.

Él no contestó; ella no estaba sorprendida, nunca nadie responde a esta pregunta, y termina dejando la habitación.

Estaba lista para irse, cuando un susurro se hizo grande. —No sé cuántos demonios cuelguen sobre tu pecho, pero en el mío al menos van dos, no tienen nombre ni sexo y aún no los conozco bien; hace apenas algunos meses que les he dejado la puerta abierta, para que salgan y nos topemos.

El silencio inundó el cuarto, ella lo miraba como quién lleva años esperando que llueva y no puede creer que esté cayendo agua del cielo. Se recostó en la cama y suspiró. —Tampoco sé cuántos demonios cuelgan sobre mi pecho, no los conozco, pero sé que existen. Los siento por las noches cuando duermo y no quiero abrirles la puerta, tengo miedo de verlos.

La rodeo con sus brazos y susurró —No huyas de ti. Quédate esta noche conmigo, dejemos que nuestros demonios salgan y veamos si se llevan bien.

Desde esa noche han compartido sus demonios por casi dos años.

Hasta hoy, que él despertó y ella ya se había marchado.

Texto:

@Nadxii

—¿Cuántos demonios colgarán de nuestro pecho? —le preguntó mientras recogía su cabello y re-acomodaba los tirantes del sujetador.

Él no contestó; ella no estaba sorprendida, nunca nadie responde a esta pregunta, y termina dejando la habitación.

La rodeo con sus brazos y susurró —No huyas de ti. Quédate esta noche conmigo, dejemos que nuestros demonios salgan y veamos si se llevan bien.

Desde esa noche han compartido sus demonios por casi dos años.

Hasta hoy, que él despertó y ella ya se había marchado.

La fotografía a pesar de captar instantes de la realidad, se convierte en un detonador de ideas, conceptos e historias que muchas veces pueden distar de su narrativa original, pero siempre irá apegada crear un discurso con el imaginario del espectador.

Si alguna de las fotografías te gustó, toma una captura de pantalla, y escríbenos tu relato en los comentarios de nuestra publicación, queremos conocer tus historias.

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La fotografía como narradora de historias | Zunshine Moon

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Alejandra Pérez

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@Deschannel

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@Nadxii

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@Nadxii

La fotografía a pesar de captar instantes de la realidad, se convierte en un detonador de ideas, conceptos e historias que muchas veces pueden distar de su narrativa original, pero siempre irá apegada crear un discurso con el imaginario del espectador.

Si alguna de las fotografías te gustó, toma una captura de pantalla, y escríbenos tu relato en los comentarios de nuestra publicación, queremos conocer tus historias.

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Alejandra Pérez

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La fotografía a pesar de captar instantes de la realidad, se convierte en un detonador de ideas, conceptos e historias que muchas veces pueden distar de su narrativa original, pero siempre irá apegada crear un discurso con el imaginario del espectador.

Si alguna de las fotografías te gustó, toma una captura de pantalla, y escríbenos tu relato en los comentarios de nuestra publicación, queremos conocer tus historias.

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