Coleccionar implica reunir sistemáticamente objetos específicos que tienen un valor particular para el coleccionista. Es una búsqueda de significado, conexión y pertenencia. Para algunos nace desde la nostalgia, de preservar momentos del pasado que tiene un significado especial. Para otros es una expresión artística o cultural, un modo de participación colectiva donde varias personas tienen intereses similares. Hay quienes ven el coleccionismo como una oportunidad de inversión adquiriendo objetos que, creen, incrementarán su valor con el tiempo.
El profesor David Pérez Ángeles un coleccionista que por más de 30 años descubrió la importancia que tienen los objetos en la vida cotidiana nos comparte en esta entrevista su amor a la ciudad que lo vio nacer, Pachuca. Cómo inició su colección de objetos, libros, fotografías, artículos, periódicos que dan testimonio de la evolución de la ciudad de la Bella Airosa.
¿Cómo empezó su interés por coleccionar?
Desde niño me gustaron las cosas antiguas o viejas, siempre me gusto guardar objetos. Tengo cosas de mi infancia pero de manera consiente por allá de 1985 descubrí la importancia que tienen los objetos para la historia cotidiana, en día de ese año descubro el ropero de mi abuela lleno de objetos, libros, postales, fotografías, documentos, etcétera.
¿Para ti qué representa el Reloj Monumental?
En sus primeros días fue verde doradito, la cantera nuevecita con el sol brillaba tanto que decían que se veía de un color dorado, y la cúpula o mansarda tenía un color verdoso por eso el reloj fue verde doradito. Es muy curioso escuchar las campanadas del reloj desde los barrios altos, sí te encuentras en “El Árbolito” se escucha, sí te encuentras en “El Mosco”, se escucha, sí estas en la Surtidora, se escucha y no se diga sí estas en Loreto o en la planicie como Plaza Juárez, claro que se escucha. Sí hoy en día con el ruido que existe lo escuchamos, quiero imaginarme esos primeros días, imaginar a la gente escuchando esos nuevos sonidos, seguramente estarían sorprendidos.
Desde la construcción del reloj nos ha llevado al recuerdo, la memoria o simplemente para saber la hora. Esté espacio es de encuentro y reencuentro de olores y sabores, lugar de mítines políticos, manifestaciones, lugar de citas, lugar de palomas, lugar de perros, de indigentes, de risas, de llanto y muerte. Todavía recuerdo cuando nos íbamos de pinta, el punto de reunión siempre fue el reloj, si había una fiesta en algún barrio alto y no sabes llegar a la casa, el lugar de reunión es el reloj, todas las familias en Pachuca tenemos una fotografía de fondo el Reloj, los turistas buscarán un fotografía en el reloj, para ver los desfiles el punto es el reloj, para ver pasar a los reyes magos el punto es el reloj, para subir a los barrios altos comienzas en el reloj, en los festejos el punto es el reloj, que ganó la selección, vamos al reloj, que campeón el Pachus pues vamos al reloj, pero lo que no encuentro son fotografías de graduados en el Reloj, supongo que no es una buena toma, quedarían de fondo los barrios altos, nubes o cielos azules, no lo sé.
El reloj se convirtió en un eje de desarrollo para el turismo, la economía, la política, la educación y un emblema para la vida cotidiana y por más de 114 años ha estado presentes en la vida de los pachuqueños.
Con esta descripción que nos comparte David del Reloj Monumental a través del museo virtual expone parte de su colección de objetos que llevan impresa o grabada la imagen de este icónico monumento que por más de 100 años ha sido el eterno guardián del tiempo y símbolo de la identidad de los pachuqueños.