El tema del amor está más presente cada 14 de febrero que en otros días del año y uno de los símbolos que vemos por todos lados es ese inmenso y colorado corazón que adorna las tarjetas de felicitación, los chocolates, los globos y las paletas que te regala la niña cool del salón.
En este día del amor y la amistad, haremos un recorrido para analizar cómo ha ido transformándose el ícono del corazón en el arte.
Antes de llegar a la figura del corazón que conocemos hoy en día, hay que retroceder a la época de la prehistoria. Recordemos que durante este periodo las pinturas rupestres eran un registro de nuestros antepasados para narrar sus hazañas, sus descubrimientos y toda actividad que realizaban en el día a día.
En una de las pinturas rupestres en las cuevas de Los Letreros en Vélez-Blanco, Almería se encuentra una de los primeros registros de la figura del corazón. En la representación, aparece una figura de un hombre con una gran cornamenta y dos hoces en sus manos, de una de las cuales surge una silueta de este ícono, pero en ese momento, no era asociado con alguna metáfora del amor.
En el Antiguo Mediterráneo, este símbolo se continuó reproduciendo, ahora sería representado con hojas de hiedra, nenúfares y semillas; estas las podemos ver en las monedas griegas de Cirene.
A finales del siglo XV ese corazón geométrico se usó como elemento decorativo en filigranas para documentos, como marca de fábrica en productos exportados y en la heráldica (disciplina que describe, estudia y explica el significado de imágenes y figuras de los escudos de armas) sin embargo, seguía sin tener relación con el concepto de amor.
Es hasta la Edad Media en Europa que surge, el romanticismo medieval y con ello la idea del amor cortés y aparece la metáfora del corazón asociada al amor romántico. En las narraciones literarias, como en Le roman de la poire, en una de las ilustraciones el personaje ofrece el corazón a su amada, separando así por primera vez el corazón idealizado del corazón físico.
Para consolidar la silueta del corazón esquemático que conocemos, en una de las obras de Christine de Pizán, “Las epístolas de Otea”, muestra una serie de hombres y mujeres que ofrecen sus corazones a Venus como alegoría del amor.
En el arte sacro, el corazón es la representación del Sagrado corazón de Jesús al que se le atribuye sentimientos de pasión, entrega, amor, fervor y martirio.
En tiempos más contemporáneos artistas han intervenido el corazón en sus obras. Frida Kahlo, Keith Haring, Jeff Koons. Bansky son algunos que han utilizado este icono como parte de su discurso para expresar ideas, sentimientos e incluso como elemento de crítica.
El corazón se ha convertido en un símbolo mundial de amor, ha sido parte de campañas comerciales y turísticas como el famoso I ❤︎ NY. Ahora también forma parte de la comunicación cotidiana en los chats a través de los emojis ??❤️❣️❤️? y dentro de éste lenguaje, se han transformado sus colores para ampliar los significados de éste ícono que sigue evolucionando. ?????