Como un astro en el cielo o un recorrido sobre la propia existencia, todo comienza con la nada; una imagen en blanco, vacía, que poco a poco se va llenando de pixeles y es ahí donde se plasma el inicio de toda historia.
Como un astro en el cielo o un recorrido sobre la propia existencia, todo comienza con la nada; una imagen en blanco, vacía, que poco a poco se va llenando de pixeles y es ahí donde se plasma el inicio de toda historia.
La exposición “Memoria de pixel” hace un viaje por las imágenes de Elizabeth Cassasola para descubrir rastros de sus vivencias que han quedado grabadas en millones de pixeles.
Dependemos de la imagen para recordar nuestra historia, para disipar la duda de dónde estuvimos y quiénes fuimos. La imagen también alberga dudas y preguntas que van cambiando a lo largo de nuestra vida.
“ Ya no nos enfrentamos al paisaje como Friedrich, la duda estaba antes en los pliegues de la tierra, del cuerpo, hoy está en el pixel.”
– Elizabeth Cassasola
“ Ya no nos enfrentamos al paisaje como Friedrich, la duda estaba antes en los pliegues de la tierra, del cuerpo, hoy está en el pixel.”
– Elizabeth Cassasola
Nuestra historia está llena de imágenes, intentamos acceder todo el tiempo a ellas a partir de los recuerdos; a veces las encontramos, a veces sólo tenemos imágenes confusas o escenas irreconocibles. Al buscar con profundidad, se puede llegar a la esencia misma de la imagen, al origen: el pixel. Aunque pueda resultar que la información de ese recuerdo esté dañada y sólo encontremos el pixel muerto.
¿Cómo contar algo que ya no se puede ver, ni escuchar bien?
¿Cómo contar algo que ya no se puede ver, ni escuchar bien?
El proceso es el intento de recordar los movimientos de alguien y pretender hacer algo con eso. La primera etapa fue agotadora, pensé en mentirme. Durante los últimos años me ocupé de los espacios que habito. Renunciar al inicio fue como escupir al aire. Los métodos de producción que utilizo hoy, como el collage, video y gif; no solo me ubican en un espacio especifico de tiempo, lugar y todas las consecuencias que conlleva, apelan a la necesidad de imaginar, empecé a desdibujar y balbucear entre la imagen y el texto, repitiendo las voces de otros, repitiendo mi voz previa, por esta incapacidad del lenguaje, por esa idea de la reiteración melancólica del lenguaje que uno nunca eligió.
– Elizabeth Cassasola
El proceso es el intento de recordar los movimientos de alguien y pretender hacer algo con eso. La primera etapa fue agotadora, pensé en mentirme. Durante los últimos años me ocupé de los espacios que habito. Renunciar al inicio fue como escupir al aire. Los métodos de producción que utilizo hoy, como el collage, video y gif; no solo me ubican en un espacio especifico de tiempo, lugar y todas las consecuencias que conlleva, apelan a la necesidad de imaginar, empecé a desdibujar y balbucear entre la imagen y el texto, repitiendo las voces de otros, repitiendo mi voz previa, por esta incapacidad del lenguaje, por esa idea de la reiteración melancólica del lenguaje que uno nunca eligió.
– Elizabeth Cassasola
/elizabethcasasolagomez
/eliiiicasasola
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Elizabeth Casasola
Es maestra en artes visuales originaria del Estado de México. Su trabajo ha sido expuesto en México, Argentina, Perú, Alemania, Portugal, España, Japón y Australia. Ha publicado Proyecto 1×1, La Expendeduría–ETCI Editora de Textos, ZonaZeroLabs entre otros. Fue jurado del Concurso Nacional de Fotografía de Derechos Humanos, organizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Instituto Politécnico Nacional. Ganó mención honorífica de oro en Tokio International Foto Awards 2017.
Elizabeth Casasola
Es maestra en artes visuales originaria del Estado de México. Su trabajo ha sido expuesto en México, Argentina, Perú, Alemania, Portugal, España, Japón y Australia. Ha publicado Proyecto 1×1, La Expendeduría–ETCI Editora de Textos, ZonaZeroLabs entre otros. Fue jurado del Concurso Nacional de Fotografía de Derechos Humanos, organizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Instituto Politécnico Nacional. Ganó mención honorífica de oro en Tokio International Foto Awards 2017.
Curaduría
L.D.G. Esaú Hernández Olvera