¿Cuántas veces hemos volteado a ver la hora en el reloj que se encuentra en el centro de la Plaza Independencia, tal vez para nosotros puede ser un elemento banal que frecuentamos, pero realmente conocemos su historia y de porqué está ahí?
La idea de construir un monumento en la plaza Independencia surge por el presidente municipal, Alfonso María Brito, quien propone construir una torre donde se pudieran realizar conciertos la agrupación de la banda de los Rurales que estaba conformada por el Batallón de Infantería y la Escuela Correccional bajo la dirección de Candelario Rivas y de los maestros Manuel Rosas y Leonardo Domínguez.
En 1904 el Licenciado Felipe N. Barros empresario y director de la compañía San Rafael, retomó la construcción y un año después se detuvo por falta de recursos económicos.
Tiempo después, el gobernador en turno, Pedro L. Rodríguez, continúa con la construcción de la torre, ahora con el motivo de conmemorar el primer centenario de independencia. El arquitecto Tomás Cordero es elegido para diseñar el proyecto, y propone construir un reloj público simulando la Torre del Parlamento de Londres. Al ser aceptada la propuesta la obra fue supervisada por los ingenieros Luis Carreón y Francisco Hernández. Siendo inaugurada el 15 de septiembre de 1910 a las 11 de la noche por Pedro L. Rodríguez.
Muchos comparan el Reloj de Pachuca con el Big Ben de Londres, Inglaterra, la única similitud que comparten es que fueron fabricados en la misma casa relojera Dent. Jesús Zenil fue quien trajo la maquinaria y cuando llega a Pachuca fue depositada para su resguardo en el templo de La Asunción, el entonces párroco Rafael León quería instalarla en la torre del templo lo cual las autoridades municipales tuvieron que rescatar y resguardar por tres años en la casa de don Francisco Rule, ahora conocida como Casa Rule.
Para construir la torre costó aproximadamente 300 mil pesos oro (Llaguno, 2010), para su construcción se usó la técnica machihembramiento, para la colocación del carillón y de la cúpula intervinieron malacateros y ademadores de la Compañía minera de “San Rafael”.
Lo que podemos apreciar es su estructura arquitectónica neoclásica, está compuesto por cuatro niveles en la primera planta se encuentran cuatro puertas para el acceso al edificio; la segunda planta se llega a través de una escalera de caracol, es un espacio abierto, con el fin que la banda de Rurales pudiera hacer presentaciones ahí; tercer piso se aloja la maquinaria en la parte externa se encuentran cuatro estatuas que simbolizan momentos importantes de la historia de México:
La independencia (1810) da al oriente y es una mujer con el torso desnudo, lo que es símbolo de guerra; con una espada en la mano derecha y una antorcha en la izquierda.
La Libertad (1821) da al poniente y también tiene el torso sin túnica. Con la mano derecha levanta en alto el laurel de la victoria, mismo que la corona. En la izquierda lleva una cadena rota.
La Constitución (1857) está dando la cara hacia el norte, está vestida con una túnica y un cinto en a medio cuerpo y porta cuidadosamente el Libro Nacional. En el índice de su mano derecha parece señalar el valor de lo que sostiene con la derecha.
La Reforma (1859) orientada hacia el sur, porta en la mano derecha un pergamino desenrollado y en la izquierda un libro con cierta abertura. Toda cubierta por una túnica, con un vuelo de falda, y pliegues de su hombro derecho a su lado izquierdo.
Fueron esculpidas por artistas italianos en mármol, en el último nivel están las carátulas del reloj; termina con cúpula de bronce donde aloja las campanas.
El Reloj Monumental ha sido testigo de diversos acontecimientos que han surgido alrededor de la plaza. Por ejemplo en 1911 fue fusilado Macario Moedano “El Chato” quien organizó y lideró un tumulto en las calles de Pachuca saqueando casas y comercios. El general maderista Gabriel Hernández mandó su inmediata aprehensión y en el juicio se ordenó su ejecución. El 17 de mayo fue fusilado en la plaza Independencia donde se encuentra el reloj.
En 2012 es declarado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) como monumento artístico por su representación en el contexto urbano, por su inserción en determinada corriente estilística, por su grado de innovación, materiales y técnicas utilizadas.
Sin duda el monumento es un punto emblemático para los pachuqueño y turistas que vienen a visitar la ciudad.